La pandemia mundial de COVID-19 ha generado nuevas oportunidades de ataque y riesgos de filtración de datos a los que los negocios hoteleros deben adaptarse. Con la mayoría de los negocios optando por métodos de pago más seguros, como tarjetas de crédito y aplicaciones móviles, la información circula más rápido que nunca. Esto ocurre simultáneamente con un enorme aumento del miedo en la sociedad en general.
Las filtraciones de datos del sector hotelero durante una pandemia generan nuevos riesgos y amenazas para los ciudadanos a nivel mundial. Las plataformas en la nube para el sector hotelero se enfrentan a un posible escenario catastrófico en la situación actual. Una estrategia común que utilizan los hackers es advertir al personal hotelero desprevenido sobre posibles riesgos de exposición reportados durante sus estancias, utilizando la pandemia como excusa para obtener información. En estas situaciones, los hackers utilizan respuestas emocionales para aprovecharse del personal que trabaja con tareas y responsabilidades desconocidas.
Los sectores de la hostelería, especialmente bares y restaurantes, se han visto obligados a convertirse de la noche a la mañana en expertos en seguridad de datos. Con poca formación en gestión de datos y la mayor necesidad de tecnología para adaptarse a las nuevas normas de distanciamiento social, las empresas corren el riesgo de incurrir en acciones legales si no son precavidas. Muchos pequeños negocios de hostelería de todo el país no suelen operar con tecnología avanzada como las grandes cadenas. Ahora, debido a la COVID-19, no les queda otra opción que ofrecer opciones de pago y reserva más seguras a sus huéspedes y clientes. Esto supone un problema si no cuentan con seguridad de datos. Constantemente aparecen nuevas aplicaciones y las empresas necesitan poder colaborar con ellas para mantener la limitada actividad que reciben.
Contar con un software de gestión hotelera o de propiedades ayuda a estos negocios a adaptarse sin problemas a las nuevas tecnologías conforme se introducen. Esto significa integrar nuevos métodos de pago con facilidad. Además, se obtiene la seguridad de datos que inevitablemente conlleva el software. Para las empresas sin experiencia en tecnología, un paso tan audaz en este momento probablemente parezca abrumador. Pero si consideramos la seguridad de datos que conlleva, es prácticamente una obviedad.
La seguridad de los datos se ha convertido en una prioridad en el sector hotelero. Una razón importante es que no existen métodos garantizados para prevenir las filtraciones de datos. Una empresa solo puede investigar, capacitar a su personal e implementar los sistemas de seguridad que considere más adecuados. Personalizar la implementación de la seguridad reduce las posibilidades de que los datos se vean comprometidos y la cantidad de pérdida de datos en caso de una filtración de datos.
Los ciberdelincuentes, hackers, estafadores o como se les quiera llamar, atacan el sector hotelero con más frecuencia que otros. Desde su perspectiva, este sector es el blanco perfecto. Múltiples bases de datos y numerosos dispositivos que contienen información personal y datos de tarjetas de crédito lo convierten en un tesoro de oportunidades para su supervivencia y sus ganancias económicas.
La pandemia del coronavirus ha provocado un aumento de este tipo de actividad delictiva. Con millones de personas sin trabajo, nuevos delincuentes con diferentes habilidades se están dedicando al cibercrimen como medio de supervivencia. Y a pesar de la fuerte caída de la actividad durante este periodo, los sistemas de seguridad del sector hotelero se encuentran en su punto más vulnerable.